Kim Phuc: la niña de la foto de Hiroshima



La niña es Kim Phuc y la fotografía se vio en todo el mundo. Kim Phuc nació en 1963 y se crió en la aldea de Trang Bang, al norte de Saigón. Durante la guerra de Vietnam, el 8 de junio de 1972, un consejero militar estadounidense coordinó el bombardeo con napalm de la aldea de Kim. La niña, de 9 años, escapó de la pagoda en la que se había ocultado junto con su familia, y sufrió quemaduras muy graves. Fue fotografiada mientras corría por la carretera gritando a causa del dolor en su piel. Nick Ut, el fotógrafo de la agencia Associated Press, que estaba allí cubriendo el ataque, tomó la fotografía. Conmovido por su dolor, la llevó a toda prisa a un hospital sudvietnamita. Luego pasó 14 meses internada recuperándose.

Nadie esperaba que sobreviviese. Quemaduras de tercer grado cubrían la mitad de su cuerpo y necesitaría muchas operaciones y años de terapia. A los dos años, contra todo pronóstico y con la ayuda de los médicos que se dedicaron a su cuidado, fue capaz
de volver a su aldea así ella y su familia pudieron empezar a reconstruir sus vidas.
En 1996, en la ceremonia del día de los Veteranos en Washington, Kim se dirigió miles de veteranos de la guerra de Vietnam. Les habló de sus experiencias tras el ataque con napalm a su aldea y de cómo había, por fin, encontrado la felicidad y la libertad tras años de dolor y sufrimiento. Habló de la paz y del perdón.
"La duda me amenazaba: “Si Dios existe, ¿podrá ayudarme?” relata. "Un día, un amigo me llevó a una iglesia cristiana de Saigón. Aunque mi alma estaba sedienta de paz interior, me costaba mucho abrazar una nueva religión. Fui dejando que el sentimiento de perdón creciera en mi corazón hasta que empezó a embargarme una inmensa paz interior. Esto no ocurrió de la noche a la mañana, porque no hay nada más difícil que llegar a amar a sus enemigos. En vez de reaccionar de una manera “normal”, es decir con odio y deseo de venganza, opté por la comprensión, que por cierto no se alcanza en un día."
Durante una presentación en una iglesia en los Estados Unidos en 2003 Kim dijo: “El dolor nunca desaparece. Apenas aprendes cómo lidiar con él.”
Ella refirió una porción de la Biblia sita en Salmos 56, que fue de gran ayuda en los tiempos duros: “Porque has librado mi alma de la muerte, y mis pies de caída, para que ande delante de Dios en la luz de los que viven.”
Públicamente manifestó su perdón al piloto que erróneamente había vaciado las bombas sobre su aldea. El hombre dijo: “Es como un mundo entero que es quitado de mis hombros”. Phuc y el piloto se abrazaron emocionados.
Phuc dijo que ha encontrado su propósito en vida, “de compartir la importancia del tener una relación con Cristo así como saber la importancia de la libertad.”
“Era el fuego de las bombas las que quemaron mi cuerpo. Era la habilidad de los doctores que repararon mi piel. Pero tomé de la energía del amor de Dios para curar mi corazón.” y concluyó con la siguiente frase: “El tiempo es muy corto, debemos hablar a la gente sobre Jesucristo. Debemos compartir el Evangelio con otros” .
Publicado por Mujer de Vanguardiawww.biografas.blogspot.com www.kimfoundation.com

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