La familia Potter, típicamente victoriana, vivía en una gran mansión rodeada de un inmenso parque en Bolton Gardens, Kensington. El periodo medio victoriano también fue testigo de significativos cambios sociales, como el renacimiento de la doctrina evangélica, al mismo tiempo que una serie de cambios legales en los derechos de la mujer.
Esta familia llevaba una vida holgada, y de poco trato social. Beatrix creció sin amistades y, como era corriente en una familia de clase media alta, los padres delegaron su educación en una institutriz. Escribe Marc Soriano (ver al pie de estos datos biográficos): "La pequeña Beatrix, por ejemplo, no iba a la escuela, no tenía derecho a tener amigos ni era jamás presentada a las visitas. Se vuelve terriblemente tímida; vive encerrada en una especie de caparazón, tanto en lo que hace a su vestimenta como a su moral. La vestían, según explicó luego en su Diario, 'como si estuviese siempre a punto de salir para la iglesia'. Confinada en su habitación lee las novelas de Mary Edgeworth y sueña con las vacaciones. En efecto, todos los años y mientras los sirvientes se encargaban de la limpieza primaveral, la familia abandonaba Londres y se instalaba en el norte de Inglaterra o en Escocia, donde permanecía uno o dos meses."
Durante esos períodos de vacaciones tomó contacto con la naturaleza, y ese ambiente le proporcionaría la materia prima de su futura obra: los animales y las plantas de la campiña. Apasionada (y enamorada) del medio que la rodeaba, Beatrix Potter comenzó a observar, registrar y dibujar. Estudió la vegetación de la zona (especialmente los líquenes y los hongos), y presentó al Real Jardín Botánico de Kew y a la Sociedad Linnean sus estudios botánicos. Su pasión se estrellaría contra la rigidez de una sociedad machista: las mujeres no tenían la entrada permitida a este tipo de instituciones.
Hacia 1890 logró vender sus dibujos a la editorial Hildeshmer y Faulkner para ilustrar tarjetas de Navidad. A su vez, escribió y dibujó su primer cuento para niños, "The tale of Peter Rabbit" (El cuento de Perico, el conejo travieso) dedicado originalmente para Noel Moore, el hijo de su antigua institutriz, con quien mantenía correspondencia. Diez años despues, el relato se convirtió en libro:
"Quería que sus libros fuesen pequeños (de cinco por cuatro pulgadas) y manuables, que ofreciesen poco texto y una nueva ilustración en cada página. El libro fue rechazado por un editor en 1901, pero Beatrix, a los 37 años, pareció dispuesta por fin a tomar el destino en sus manos; decidió publicarlo por su cuenta. Los primeros 250 ejemplares tuvieron tal éxito que los editores Frederick Warne & Co. Ltd. se interesaron por ella.
"Entre 1901 y 1913 publicó veinte libros, pasando días enteros frente a los animales, a los que hacía posar en diferentes posturas. No quería aproximaciones, consideraba que hasta el detalle más nimio merecía ser registrado por la acuarela."
Las buenas ventas de sus libros continuaron y, en la actualidad, la firma Warne lleva cerca de 300 reimpresiones de su obra. Pionera del merchandising, en 1903 Beatrix Potter creó y patentó el muñeco del Conejo Perico de juguete, idea que le generó importantes beneficios económicos.
En 1905 se enamoró de Norman Warne, el hijo de su editor. A pesar de la prohibición de los padres de Beatrix, quienes consideraban poco apropiado que su hija se casara con un comerciante, la pareja decidió comprometerse. Lamentablemente, Norman Warne murió al mes siguiente, víctima de una anemia, y Beatrix Potter se recluyó en la granja Hill Top (Lake District) que había adquirido.
Tiempo después, en 1913, el abogado William Heelis, amigo y asesor de Beatrix, le propuso matrimonio. Nuevamente se generó una oposición familiar pero Beatrix, contando en ese momento con 47 años, aceptó la propuesta.
"Ese matrimonio determina un giro fundamental en su vida. Beatrix, ahora señora Heelis, se convierte en farmer, en granjera; se apasiona por la cría de ovejas y consagra su fortuna y su energía a proteger el campo del norte contra la plaga de la rentabilidad. Cuando muere, en 1943 (el 22 de diciembre), lega Hill Top y todas las granjas vecinas que sus derechos de autor sobre los libritos le han permitido comprar al National Trust, contribuyendo así a la creación del Parque Nacional de Lake District."
Pero lo más importante es que Beatrix Potter trascendió con su ternura, su encanto y su arte, de ser una ilustradora de cuentos infantiles a convertirse en un estilo claramente definido, firma de una época, cuyos trabajos han ido atravesando las diferentes décadas hasta hoy mismo, soportando el paso del tiempo. Y que convive aún hoy con nosotros en pequeños rincones tal y como hacían sus ratoncitos, todavía regalándonos en la actualidad.
Fuente: http://www.educared.org.ar/imaginaria/00/6/potter.htm